lunes, 19 de diciembre de 2011

Historias de mentira

Hoy venía dándole vueltas a unos hechos de esos que no son como parecen, una de esas historias que cuando rascas te das cuenta de que es mentira y he pensado lo fácil que es que nos creamos las cosas según nos las cuentan, aunque no tengan nada que ver con la verdad. Y me he acordado algunas historias de mentira que todos creen que son de otra verdad. Claro que luego, con el tiempo y rascando todo se sabe.

 En realidad, Maquiavelo  no era una figura maléfica, cínica  y oportunista y nunca escribió aquello de que el "fin justifica los medios". Muy al contrario el político y escritor florentino, tomando como modelo a Fernando el Católico, como máxima expresión del buen gobierno sentó las bases del Estado moderno tal y como lo conocemos hoy en día.

 Los ejemplos son muchísimos. En realidad el "malvado" Eduardo I que se enfrenta a William Wallace en Braveherart  no era malvado y fue el creador del régimen parlamentario en Inglaterra y dio por fin un espacio de poder a los plebeyos. Claro que el escocés Wallace tampoco se tiró a la dulce Princesita francesa porque está llegó a la Pérfida Albión tres años después de tuvieran a bien cortarle la cabecita, que por cierto tampoco iba pintada en su cara como si fuesen hinchas del Celtic porque esa costumbre se abandonó un par de siglos antes.

 El General Custer era un capullo a la que se la traían floja sus soldados y los indios. Tenía unas terribles ansias de ascender y de gloria  que le  llevaron a enfrentarse a una fuerza superior en Little Big Horn, le salió bien en la Guerra de Secesión, en vez de esperar al resto de fuerzas y lógicamente no quedó uno sano.

 Ricardo Corazón de León era valiente como el que más pero también algo cabroncete y por donde pasaba, camino de las Cruzadas eso si, dejaba un rastro de sangre y destrucción  inolvidable. Además apenas hablaba inglés puesto que creció en Francia con la gran Leonor de Aquitania, y aquí si que hay que ponerse de pie ante esta gran mujer, madre del arte en Europa y creadora del amor cortesano. Aparte que de 11 años de reinado pasó seis meses en Inglaterra. Ah, y era gay y se entendía con su primo francés.

 Sin embargo, Nerón no quemó Roma, ni estaba en Roma cuando sucedió. Andaba por Anzio. En el año 64 quemar Roma era fácil porque la construcción de baja calidad, las calles estrechas, el hacinamiento, la falta de servicios era caldo propicio para un gran fuego. Cuando sucedió y Nerón tuvo noticia, como hemos dicho ni siquiera estaba allí, ordenó al Ejército combatir el fuego, alojó a las víctimas y después abarató el precio del trigo,  favoreció la construcción de mejores viviendas y bajó los impuestos.

 Y así con muchos más y con todo. Las historias pueden creerse pero la Historia al final es juez supremo y hace que la verdad reluzca.


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