jueves, 29 de diciembre de 2011

...gozan de buena salud

Es inevitable que en esta vida te encuentres con gente que te cuenta unas cosas que cuestan creer. No son mentiras increíbles, no sé, que le han abducido lo cual tendría mucho interés porque, siendo verdadero o falso, si se cuenta bien tiene que estar divertido o que en realidad son la reencarnación de Felipe II y su destino es gobernar el mundo del uno al otro confín como el bajel pirata. No, ellos son más sutiles y te cuentan que han echado diecisiete polvos en hora y media, han metido un par de 500 metros en un golpe y con un hierro 5, se han ligado a toda su oficina y parte de la sucursal bancaria vecina, se han bebido tres botellas de Vega Sicilia en una cena ellos solitos y que luego se fueron de copas donde, por cierto, ligaron con una ex modelo y le echaron diecisiete polvos sin sacarla.

Digo yo que puestos a contar trolas si contase que tuvo una noche de pasión con una tía que estaba buenísima, después de una cena estupenda donde tomaron un vino magnífico y todo después de hacer unos hoyos pues me lo creería y tan estupendo. Pero es que la sueltan tan grande que es imposible y sería más fácil que te contaran que son Superman y que debajo del traje llevan la capa. Claro que lo mismo insistes en que te la enseñe, la capa digo, no la de los diecisiete.

Ya la última vez, puesto que tengo una compañero de esta especie, le solté mascullando y entre dientes, aquello de "los muertos que vos matáis gozan de buena salud". Naturalmente me preguntó que decía y yo le respondí que "nada, unos versos del Tenorio."

Por cierto, que no son del Tenorio y no se saben de quien son. Apuntan que de Corneille, pero en realidad nadie lo sabe, pero no son del Tenorio, como todo el mundo dice.









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